miércoles, 5 de marzo de 2008

Latinoamerica, una región de propietarios

En 1990, un 36,5% de las familias pobres urbanas no eran propietarias de la parcela que habitaban.

En 2001, se celebró la Sesión extraordinaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas, sobre la aplicación del Programa de Hábitat, donde se reiteró el compromiso y adopción de medidas e iniciativas innovadoras que contribuyan a redoblar los esfuerzos por alcanzar los grandes objetivos de una “vivienda adecuada para todos “ y “el desarrollo sostenible de asentamientos humanos”.

En 2003, según el Banco Mundial (BM), en Honduras y Panamá, más de la mitad de los que se decían propietarios y que viven en pobreza no poseían la documentación sobre el terreno o sus documentos eran insuficientes.

El Salvador ha sido reconocido en el informe del BM por su política de vivienda, aprobada en el año 2000, la cual facilita la legalización de tierras y la certificación de los actores en el mercado informal de lotes y tierras.

Frente a este panorama Centroamericano, el resto de países Latinoamericanos y del Caribe encaran, también, desafíos en el ámbito de los asentamientos humanos, tanto para los logros de los “Objetivos del Milenio” como para estabilizar y reducir el número de familias que no cuentan con seguridad jurídica sobre la tierra, vivienda y un ambiente adecuado.

Esta realidad exige una lectura detallada de la situación de nuestros países, así como un entendimiento más certero de las diferencias existentes entre la pobreza y las formas de precariedad en la materia de vivienda.

El documento “El Rostro de la Pobreza en las ciudades de América Latina y el Caribe” expone que al menos un 40% de las propiedades inmuebles de América Latina y El Caribe podría estar en algún rango de informalidad y / o ilegalidad.

Aunque algunos países ya cuentan con programas establecidos de mejoramiento de barrios, con financiamiento principalmente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la legalización de los terrenos debe fortalecerse como un eje central de la estrategia mundial para mejorar las condiciones de vida de las familias pobres.

Por otro lado, los estudios recientes de la CEPAL, sobre las características sobre las características de la pobreza y precariedad en las ciudades, señalan que estos han seguido una trayectoria que debería preocupar a los países.

Frente a las dificultades y limitantes financieras e institucionales, la Región ha logrado acumular experiencias, corregir errores y salvaguardar los aciertos.

Pero hoy por hoy, ¿qué acciones responde a la demanda social de acceso al suelo?

martes, 4 de marzo de 2008

"Apocalypto", el indigenismo y la Hispanidad

Volví a ver recientemente la película Apocalypto, del siempre polémico cineasta australiano Mel Gibson, y en la cual se presenta una visión de los pueblos originarios de México muy distinta a la que normalmente difunde la historia oficial. Según la cinta de Gibson, los mayas no únicamente se pasaban la vida observando los astros, haciendo cálculos matemáticos y elaborando sofisticados calendarios; también llevaban a cabo crueles matanzas, sacrificios humanos y salvajes invasiones a pueblos vecinos. La película incluye una crítica implícita a la visión idílica y romántica sobre los pueblos precolombinos que todavía subsiste y que parece que cada día cobra más fuerza gracias a la demagogia de ciertos políticos e intelectuales.

En efecto, el indigenismo, entendido como la corriente de pensamiento que pretende revalorizar lo autóctono prehispánico y presentarlo como antagónico a los valores occidentales que fueron “impuestos”, tuvo en un origen, como bien lo señala Carlos Castillo Peraza (véase su libro El ogro antropófago), una intencionalidad claramente política por parte de sus creadores, los anglosajones protestantes, quienes fabricaron la llamada leyenda negra con el fin de sustituir la raíz católica hispana de Iberoamérica e implantar su hegemonía cultural.

Contrario a lo que sugiere el indigenismo (y sus radicales versiones posmodernas, provengan del subcomandante Marcos, de Evo Morales, de Rigoberta Menchú o de intelectuales progres), la conquista de América no fue un despiadado genocidio por parte de los españoles en contra de los indefensos indígenas, sino un proceso histórico de enorme complejidad que no admite visiones maniqueas. Los pueblos aborígenes no constituían una unidad monolítica, sino que la diversidad reinaba entre ellos y, en el caso concreto de México, un factor común a casi todos era su oposición, después aprovechada por Cortés y los suyos, a la verdadera opresión que provenía de los mexicas.

La América mestiza que surge de ese encuentro de dos mundos es hija de la tesis cristiana de la igualdad radical de la especie y del concepto de persona, tan defendido por teólogos españoles del siglo XVI como Suárez o Vitoria.

Aunque sea políticamente incorrecto, en estos tiempos en los que la vieja dialéctica marxista adopta nuevas caras y una de ellas es la lucha racial, valdría la pena que releyéramos el libro Humanismo Político de don Efraín González Luna. Ahí, el principal ideólogo del PAN afirma que los países de Hispanoamérica deben superar odios del pasado y articularse en una familia de naciones para integrar una unidad superior; el concepto de “hispanidad” justamente agrupa a este conjunto de elementos culturales que le dan cohesión a cada nación iberoamericana, constituyendo el núcleo de su identidad particular.

A propósito de Apocalypto. La volví a ver el sábado.

lunes, 3 de marzo de 2008

La visión de América Latina de Clinton y Obama

Hace un par de semanas, Andrés Oppenheimer escribió un artículo titulado "Obama y América Latina" en el periódico Reforma de México; en el cual presenta algunos datos interesantes de la visión de los aspirantes a obtener la candidatura del Partido Demócrata para la elecciones de 2009 en Estados Unidos de América, enumero algunos continuación:

1. Respecto al conocimiento de la región, Obama nunca ha estado en ella, en cambio Clinton la ha visitado en 18 ocasiones.

2. Respecto a la posibilidad de reunirse con los adversarios de EUA, Obama dice que si y Clinton que no.

3. Los dos están a favor de revertir las restricciones para viajar y de remesas impuesto por Bush en 2004.

4. Ninguno ha propuesto levantar el embargo comercial a Cuba.

5. Respecto a otorgar licencias para conducir a indocumentados, Obama esta a favor y Clinton en contra.

6. Los dos están en contra de firmar un Tratado de Libre Comercio con Colombia.

7. Los dos están a favor de revisar el Tratado de Libre Comercio firmado con México en 1994.

8. Obama tuvo un papel más activo al impulsar la Ley de Reforma Migratoria en 2006.

Lo anterior permite obtener tres conclusiones de manera muy simple:

1. Los dos ubican América Latina sólo en sus puntos rojos para Estado Unidos. No conocen la complejidad de la región.
2. Ninguno de los dos considera a América Latina como socio estratégico.
3. Los dos se ocuparan más por aspectos económicos que políticos en la región.

Los tres puntos anteriores se resumen en ignorancia respecto a la región, sólo habrá atención en tanto les beneficie o afecte como país; América Latina seguirá siendo ignorada como potencial socio ante el mundo globalizado y de bloques, el problema que atenderán y que incumbe a los países latinoamericanos es el que tienen dentro de sus fronteras, los indocumentados.

En las recientes semanas, ambos candidatos han hecho una oferta más clara para los países latinoamericanos, precisamente porque esta en diputa el estado de Texas, en donde el voto latino tiene un peso importante. Ojala y las intenciones de fortalecer la relación con los países de la región y comprometerse con su desarrollo económico y democrático, no quede en promesas de campaña.

Habrá que seguir de cerca las campañas, aun no queda claro quién es mejor opción para la región. En mi opinión Obama pareciera serlo, pero una cosa son las palabras y más cuando se dicen sin conocimiento de causa, y otra muy diferente es cumplirlas.