lunes, 8 de septiembre de 2008
Pendientes de la agenda Brasil- Argentina
Durante la Conmemoración del célebre grito de Ipiranga "La independencia o la muerte" del 7 de septiembre de 1822, que dió lugar a la Independencia de Brasil, los mandatarios de Argentina y el celebrante, Cristina Fernández y Lula Da Silva afinaban las voces para hacer los anuncios que venían proyectando durante el primer semestre del 2008 en materia de integración. El primer grito de anuncios es la independencia del dólar para el comercio entre ambos países que comenzarán a regir sus transacciones comunes de acuerdo al peso y al real. Esto es más que importante para el camino de integración, en el cual Argentina y Brasil dejen de mirarse como competidores, se fortalezca el Mercosur, y se vaya apostando en la integración de América del Sur. Aunque Brasil esté más conciente de la ventaja de esta ecuación que trasladará a la Ronda de Doha, es a la misma Argentina a quien le cuesta percatarse, en su proceso de reindustrialización de que dispone del gran mercado de 190 millones de brasileros que significa su vecino, y ahora sin barreras monetarias.
El segundo punto de la agenda es la construcción de la represa binacional, la hidroelectrica Garabí, en el río Paraná. Es parte de la agenda pendiente en materia energética que preocupa no sólo a Argentina y a Brasil, sino que también incumbe a Chile, Bolivia y los demás socios del Mercosur. Estamos dependiendo de que en Argentina no tengamos un invierno duro para saber si nos alcanza el gas. No se construye el gaseoducto necesario para aumentar la capacidad de transporte en Argentina, por la incertidumbre en cuanto al cumpliento de los contratos de Bolivia con Argentina.
La empresa binacional con capacidad para producir uranio enriquecido en forma industrial, todavía en la lista de espera. No es el único punto pendiente. Entre los 17 temas que marcaron Lula y Cristina en febrero de este año, está el Banco del Sur, que si bien ya está configurado como la institución financiera para impulsar el desarrollo y la inversión en infraestructura tan necesaria en comunicación y energía para la región, aún se encuentra en la etapa de discusión de cuánto va a aportar cada país.
De todas maneras, luego de la crisis de Argentina, la presencia de Cristina como huesped de honor en el desfile y celebración del día de la Independencia de Brasil, incluso con los breves anuncios que han hecho ha sido un gran gesto para retomar la agenda binacional pendiente que da esperanza en la agenda de la integración regional.
Por último, uno de los logros del viaje de Cristina a Brasil fue obtener el apoyo de Brasil para la candidatura de Néstor Kirchner para presidir el UNASUR, que ya impulsara Rafael Correa un mes atrás. Otro de los puntos de acuerdo de los mandatarios.
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