martes, 4 de marzo de 2008

"Apocalypto", el indigenismo y la Hispanidad

Volví a ver recientemente la película Apocalypto, del siempre polémico cineasta australiano Mel Gibson, y en la cual se presenta una visión de los pueblos originarios de México muy distinta a la que normalmente difunde la historia oficial. Según la cinta de Gibson, los mayas no únicamente se pasaban la vida observando los astros, haciendo cálculos matemáticos y elaborando sofisticados calendarios; también llevaban a cabo crueles matanzas, sacrificios humanos y salvajes invasiones a pueblos vecinos. La película incluye una crítica implícita a la visión idílica y romántica sobre los pueblos precolombinos que todavía subsiste y que parece que cada día cobra más fuerza gracias a la demagogia de ciertos políticos e intelectuales.

En efecto, el indigenismo, entendido como la corriente de pensamiento que pretende revalorizar lo autóctono prehispánico y presentarlo como antagónico a los valores occidentales que fueron “impuestos”, tuvo en un origen, como bien lo señala Carlos Castillo Peraza (véase su libro El ogro antropófago), una intencionalidad claramente política por parte de sus creadores, los anglosajones protestantes, quienes fabricaron la llamada leyenda negra con el fin de sustituir la raíz católica hispana de Iberoamérica e implantar su hegemonía cultural.

Contrario a lo que sugiere el indigenismo (y sus radicales versiones posmodernas, provengan del subcomandante Marcos, de Evo Morales, de Rigoberta Menchú o de intelectuales progres), la conquista de América no fue un despiadado genocidio por parte de los españoles en contra de los indefensos indígenas, sino un proceso histórico de enorme complejidad que no admite visiones maniqueas. Los pueblos aborígenes no constituían una unidad monolítica, sino que la diversidad reinaba entre ellos y, en el caso concreto de México, un factor común a casi todos era su oposición, después aprovechada por Cortés y los suyos, a la verdadera opresión que provenía de los mexicas.

La América mestiza que surge de ese encuentro de dos mundos es hija de la tesis cristiana de la igualdad radical de la especie y del concepto de persona, tan defendido por teólogos españoles del siglo XVI como Suárez o Vitoria.

Aunque sea políticamente incorrecto, en estos tiempos en los que la vieja dialéctica marxista adopta nuevas caras y una de ellas es la lucha racial, valdría la pena que releyéramos el libro Humanismo Político de don Efraín González Luna. Ahí, el principal ideólogo del PAN afirma que los países de Hispanoamérica deben superar odios del pasado y articularse en una familia de naciones para integrar una unidad superior; el concepto de “hispanidad” justamente agrupa a este conjunto de elementos culturales que le dan cohesión a cada nación iberoamericana, constituyendo el núcleo de su identidad particular.

A propósito de Apocalypto. La volví a ver el sábado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sumamente maniqueo y racista, muy parcial y en demasía azul, este blog parecía que iba mas allá de los tintes partidistas, pero con estas ideas su "concepto de integración" esta sesgado.

Unknown dijo...

Ciertamente la historia de la conquista hay que verla desde diferentes angulos, pero creo que la pelicula es en demasia exagerada porque presenta si a unos mayas muy barbaros (mucha sangre para mi gusto), pero tambien a unos conquistadores que llegan a "civilizarlos", creo que el final de la pelicula daba para más, en lo personal me decepciono. Porque los españoles tampoco eran muy "civilizados" que digamos....


Lo importante es analizar como es que ahora cada mexiano vive es conquista, porque al parecer que seguimos siendo un pueblo que se siente conquistado y actua como tal y creo que pocos de los que habitamos este país somos 100% indigenas.

Debemos asumirnos como mestizos y actuar, desempeñarnos y sentirnos como tales, porque si seguimos con la idea que que fuimos conquistados pues dificilmente veo que este país salga adelante, pr el contario seguira siendo presa de partidos politicos que a la larga solo ven por sus propios intereses que por el de la nación. Nososotros no fuimos conquistados, somos el resultado de esa conquista.

Darío Zetune dijo...

Oye, una pregunta, a ver, de a devis: ¿entiendes lo que significa la "posmodernidad", o sólo usas conceptos al alimón?

Christian Lopez dijo...

Otro besabotas de Europa, "occidental de segunda mano"...

Christian Lopez dijo...

Otro besabotas de Europa, "occidental de segunda mano"...